Con el paso del tiempo y la limpieza, el rejunte de los azulejos tiende a desaparecer. Si no nos preocupamos de reponerlo, los azulejos se acaban soltando del paño y algunas veces se caen.
Nuestros técnicos en la visita al domicilio de los clientes, revisan las distintas paredes para comprobar el estado del revestimiento. Como se puede ver en la imagen anterior, en esta obra el rejunte había desaparecido el algunas zonas, y esto hacía peligrar los azulejos al realizar la obra. Teniendo esto previsto, no hay problema alguno.
Como en todas y cada una de nuestras obras, protegemos las zonas de paso con plásticos y cartones para evitar dañar las zonas de paso con el trasiego de los materiales.
Al derribar la bañera ya sabíamos que algún azulejo se podría caer, por lo que nuestros operarios los recuperan con cuidado para volverlos a colocar más tarde. Retiramos los escombros y procedemos a impermeabilizar todas las zonas libres.
Después instalamos una nueva válvula de desagüe de gran caudal, colocamos el plato de ducha elegido por nuestro cliente, y chapamos las zonas libres con el nuevo azulejo.
Después instalamos la grifería, en este caso hemos aprovechado el monomando que había en la bañera. Rejuntamos el nuevo revestimiento y aprovechamos para fijar de nuevo los azulejos antiguos que estaban sueltos. También hemos instalado unos asideros para facilitar el acceso y aportar seguridad en la zona de ducha.
La obra ya está acabada, en menos de 24 horas hemos retirado la bañera e instalado un plato de ducha antideslizante. Al día siguiente instalamos la mampara.
Hemos elegido una mampara con panel acrílico para que se note menos la cal. La perfilería en color blanco.
Ya tenemos la ducha lista para utilizar. Otro baño accesible y otro cliente contento.