En principio esta obra debía ser como cualquier otro cambio de bañera por plato de ducha, pero cuando nuestro equipo quitó la bañera se encontró con una ingrata sorpresa. Las tuberías de agua fría y caliente estaban podridas.
Por supuesto, antes de continuar con la obra, tuvimos que cambiar todo el tramo de tubería que estaba en mal estado. Como eran de hierro, el paso de los años y la cal habían hecho estragos en ellas. No hubiesen tardado mucho tiempo en presentar alguna fuga.
Una vez soluciona el problema, continuamos con la obra. Como siempre, terminamos en el mismo día.
Al día siguiente instalamos la mampara. En este caso de cristal templado decorado, y con una hoja fija y otra corredera.
Nuestro cliente quedó muy satisfecho con nuestra actuación, ya que solucionamos el problema de la accesibilidad a la zona de ducha, y además el de las tuberías en mal estado.