Limpiar el filtro de los grifos de tu hogar en óptimo estado no solo garantiza una buena presión del agua y reduce el consumo innecesario, sino que también previene problemas comunes como salpicaduras y ruidos al abrir el grifo. Uno de los componentes clave en el mantenimiento de los grifos es el aireador, una pequeña pieza ubicada en la punta de la boquilla que ayuda a regular el flujo de agua y a introducir aire en el chorro, lo que optimiza el uso del agua y mantiene la presión deseada.
Sin embargo, con el tiempo, el aireador puede acumular residuos y cal, lo que afecta su funcionamiento. A continuación, te explicamos cómo puedes limpiar el filtro de los grifos paso a paso, asegurando así su correcto funcionamiento y prolongando la vida útil de tus instalaciones de agua. Este proceso sencillo pero esencial puede hacer una gran diferencia en la eficiencia de tu hogar y en tu factura de agua. Los motivos por los que realizarlo pueden ser un simple mantenimiento o un cambio de bañera por ducha.
Todos nuestros grifos llevan un aireador o reductor de caudal, que sirve para añadir aire al agua y así consumir menos, pero manteniendo la presión de la misma. Con ellos en buen estado podemos ahorrar hasta un 50%. Estos “filtros” con el paso del tiempo se llenan de restos sólidos como la cal, y dejan de realizar su función correctamente como al principio, el chorro de agua no termina de salir homogéneo o con la presión que debería. Es en ese momento cuando debes limpiar el filtro de los grifos.
Todos los grifos incorporan en la boquilla un aireador que aporta aire y rompe el chorro de agua con lo que hace que salga de forma más uniforme y evita el paso de materias sólidas. Cuando estos filtros se obstruyen hay que limpiarlos o cambiarlos por otros nuevos. La única herramienta que vamos a necesitar para este proceso es una llave inglesa.
Lo primero que debemos hacer es colocar el tapón del lavabo, fregadero, etc., de esta manera evitaremos perder alguna pieza o junta. Este punto es importante si queremos poder realiza correctamente el proceso de limpiar el aireador de grifos ya que más tarde vamos a necesitar todas las piezas disponibles.
Los aireadores tienen un par de muescas (apreciable en la imagen), que sirven para quitarlos mediante la llave inglesa, con ella aflojaremos la rosca y sacaremos la boquilla.
La boquilla consta de tres piezas, la boca del grifo, el filtro y una pequeña junta de goma, la cual tenemos que vigilar y no perder, ya que es indispensable para que no haya fugas.
Para limpiar el filtro de los grifos podemos colocarlo del revés bajo el chorro de agua para que salga todo el sedimento. También es recomendable sumergirlo unos minutos en vinagre para que disuelva o ablande la cal y retirarla después con un viejo cepillo y el chorro de agua. Si aún se resiste, lo mejor es cambiarlo, no es algo caro, pero recordaremos de llevar el viejo de muestra a la ferretería o fontanería. Colocarlo es igual de sencillo.
Pasos a seguir para limpiar el filtro de los grifos
- Preparación:
- Antes de comenzar, coloca el tapón en el lavabo o fregadero para evitar que cualquier pieza pequeña se pierda por el desagüe durante el proceso de limpieza.
- Desmontar el aireador:
- Localiza las muescas en el aireador, situadas en la boquilla del grifo. Estas muescas son específicas para facilitar la remoción con una herramienta.
- Usa una llave inglesa para aflojar y desenroscar el aireador. Hazlo con cuidado para evitar dañar el acabado del grifo.
- Desarmar el aireador:
- Una vez retirado, desmonta cuidadosamente el aireador. Este generalmente consta de la boca del grifo, el filtro metálico y una junta de goma.
- Presta especial atención a la junta de goma, ya que es crucial para evitar fugas cuando reinstales el aireador.
- Limpiar el filtro de los grifos:
- Invierte el filtro y enjuágalo bajo un chorro de agua fuerte para eliminar cualquier residuo superficial.
- Para una limpieza más profunda, sumerge el filtro en vinagre durante unos minutos. Esto ayudará a disolver o ablandar depósitos de cal y otras acumulaciones.
- Utiliza un cepillo viejo para frotar suavemente el filtro mientras lo enjuagas bajo el agua, asegurando que todos los residuos sean removidos.
- Revisar y reemplazar si es necesario:
- Inspecciona el filtro y las demás piezas del aireador. Si notas que el filtro está demasiado dañado o sigue obstruido después de la limpieza, es mejor reemplazarlo por uno nuevo. Recuerda llevar el filtro antiguo a la tienda para encontrar un reemplazo adecuado.
- Reensamblar y reinstalar el aireador:
- Una vez que el filtro esté limpio y seco, reúne todas las partes. Asegúrate de colocar la junta de goma en su posición correcta.
- Rosca nuevamente el aireador en la boquilla del grifo. Apriétalo suavemente con la llave inglesa, pero no lo ajustes demasiado para evitar daños.
- Comprobación final:
- Retira el tapón del lavabo y abre el grifo para verificar que el agua fluye correctamente y de manera uniforme sin fugas.
- Observa que el chorro de agua esté homogéneo y sin salpicaduras, lo que indicará que el aireador está funcionando como es debido.
Esta fácil tarea de limpiar el filtro de los grifos nos ahorrará incómodos ruidos al salir el agua, salpicaduras molestas e innecesarias y nos permitirá seguir ahorrando en la factura del agua.